Este delicado anillo, elaborado en plata, captura la esencia de la joyería clásica con una refinada composición central: una perla de agua dulce, suave y luminosa, rodeada por un resplandor de circonitas blancas engastadas con precisión. Cada piedra ha sido cuidadosamente seleccionada por su pureza y brillo, creando un efecto radiante que abraza la perla como un halo de luz.
Inspirado en los diseños de la alta joyería de los años 50, este anillo evoca el romanticismo sereno y la sofisticación de épocas pasadas. Ideal para lucir en conjunto con los pendientes a juego o como pieza única en un estilismo elegante, aporta una nota de distinción tanto en ocasiones especiales como en el día a día.