Estos exquisitos pendientes, elaborados en plata, rinden homenaje a la elegancia atemporal de la alta joyería de mediados del siglo XX. En su centro, una perla de agua dulce —símbolo eterno de feminidad— irradia serenidad, rodeada por un halo de circonitas talladas en forma de lágrima y brillante, cuidadosamente dispuestas para crear un efecto de luz envolvente.
El diseño, que recuerda a las joyas que lucían las divas del cine clásico, equilibra volumen y delicadeza con una armonía perfecta. Su cierre tipo omega asegura una sujeción cómoda y sofisticada. Ideales para llevar en ocasiones especiales o como pieza estrella de un look elegante, estos pendientes evocan el refinamiento sereno y la belleza perdurable del glamour vintage.