Pendientes de plata que capturan la elegancia de una de las joyas más icónicas del siglo XX: el anillo de compromiso que recibió la Princesa Diana. En su centro, un London Blue Topaz, un topacio natural en tono London Blue, rodeado por un halo de circonitas que aportan luz y realzan su majestuosidad. Una joya que reinterpreta con sutileza el legado real.