Estos pendientes, realizados en plata bañada en oro, combinan la calidez del metal con el brillo sutil de las circonitas y las perlas de agua dulce para dar vida a una joya atemporal y llena de luz. Disponibles en cuatro variantes cromáticas, cada una ofrece una personalidad distinta:
– El granate, profundo y apasionado, evoca los rubíes antiguos y la intensidad de las emociones.
– El topacio azul claro aporta frescura y serenidad, como una mañana de primavera.
– El London Blue Topaz, con su tono azul oscuro, destila elegancia y misterio.
– La ágata verde, de tono sereno y natural, recuerda la joyería victoriana más delicada.